"Tenemos un gran desafío por delante en ámbitos de fuertes innovaciones, como es la inteligencia artificial y el análisis de datos"

Sin duda alguna este 2020 será recordado como uno de los años con mayores desafíos a nivel nacional e internacional. Y en el ámbito de la educación superior no será la excepción: virtualización forzada, innovación, ciencia y tecnología para enfrentar la pandemia se convierten en palabras clave al momento de hacer una evaluación de fin de año.

Conversamos con el Decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Francisco Martínez, y nos comentó cómo enfrentó la FCFM este momento crítico y cuál es su visión del futuro en cuanto al rol fundamental de la innovación, ciencia y tecnología para nuestro país.

La FCFM ha experimentado un complejo proceso de transformación interna para operar en teletrabajo y protección sanitaria, y para desarrollar docencia virtual y apoyo a los y las estudiantes. Lo cual conlleva un aprendizaje acelerado, muy inusual y valioso para el futuro.

En cuanto al aporte a la sociedad, hemos abordado con gran compromiso nuestro rol público, apoyando áreas críticas como difusión científica y políticas públicas (240 actividades con 1.200.000 visualizaciones); desarrollo tecnológico: ventilador mecánico, robot para interactuar con pacientes, cánula nasal, protector facial; modelamiento de la predicción de la pandemia y de impactos en transporte, salud y energía. Además, se ha entregado un amplio apoyo científico a la toma de decisiones, en cuanto a políticas públicas de emergencia. 
   

En la FCFM hemos evolucionado durante los últimos años mediante la creación de centros de investigación y transferencia aplicada con gran impacto nacional y fuertes vínculos internacionales, posicionando nuestra facultad en una posición de liderazgo en tecnología.

En forma sistemática, estamos trabajando en el apoyo a diversas áreas, como minería, educación, energía, clima, biotecnología, salud, logística, políticas públicas, riesgos naturales, infraestructura, informática, entre otras. En estas áreas aportamos con el modelamento de sistemas y el desarrollo de tecnología nacional.

Pero entendemos que tenemos un gran desafío por delante en ámbitos de fuertes innovaciones, como es la inteligencia artificial y el análisis de datos. Para lo cual la FCFM decidió desarrollar nuevas iniciativas en estas áreas tendiente a la creación de un Instituto de Facultad en Data e Inteligencia Artificial. Además, se transformará el laboratorio actual de mecánica para crear un laboratorio moderno e interdisciplinario para manufactura avanzada y, además, estamos trabajando en el desarrollo de tecnología espacial y geodata.    

 

Hemos identificado que el análisis de datos y la inteligencia artificial son áreas estratégicas de desarrollo, creando algoritmos para el análsis de datos, integrando la automatización de las actividades manuales y de sistemas productivos y sociales para la operación remota y optimizada, junto a los desafíos sociales y éticos que acarrea.

Esperamos también fortalecer la tranferencia de conocimiento y tecnología basada en ciencia hacia los sistemas públicos y privados, así como formar nuestros estudiantes en su motivación y habilidad para enfrentar el desafío de innovar en tecnología. Además, pensamos en fortalecer la educación continua para profesionales, en un esfuerzo de mantenerlos actualizados en el avance científico y tecnológico mundial.  

En suma, se plantea un crecimiento de la FCFM en sus capacidades del ámbito de desarrollo tecnológico, área en la que esperamos un avance sostenido para hacer un aporte esencial al país, como lo ha hecho en pasado frente a grandes transformaciones.    
     

Los procesos innovativos basados en investigación científica tienen la cualidad de ser robustos, resilientes, duraderos, ya que se fundan en conocimiento sólido permanente. Por eso, las aplicaciones de la investigación científica generan tecnología de uso universal que da las garantías que se pueden ofrecer con el conocimiento existente.

Afortunadamente, Chile tiene grandes ventajas en su base científica, por la calidad de sus investigadores y sus universidades, lo que le permite constituirse como un actor relevante en innovación tecnológica.

Pero, a su vez, Chile aún no asume el riesgo de invertir en ciencia y tecnología para lograr ese objetivo, solo destina menos del 0,4% del PIB, cuando los países líderes llegan a diez veces ese porcentaje. Esto sucede porque en parte porque preferimos comprar tecnología y porque el sector privado no invierte suficiente en este ámbito. Me parece que esta indefinición tiene un alto impacto estratégico para el país.     

 

En el corto plazo, Chile y sus profesionales enfrentamos importantes desafíos, como la creación de una nueva constitución que resuelva algunos nudos sociales, integre la sociedad y le de una visión más compartida para este siglo, todo eso en un contexto inestable de pandemia.

Además, tenemos que superar el desafío del calentamiento global, mediante una combinación de cambios tecnológicos, económicos y culturales.

Serán mayoritariamente los y las profesionales quienes deberán diseñar e implementar estos cambios. Aquí veo un proceso creativo muy desafiante para concebir una sociedad adaptada al siglo 21 y suficientemente dinámica para evolucionar al paso de los acelerados cambios que vamos a seguir enfrentando.     

La principal revolución que preveo es la tecnológica, la que comparo con un tsunami, que ya ha estado transformando la vida del ser humano y nos hemos adaptado con creciente rapidez, pero es solo el comienzo.

El gran desafío entonces, para la investigación científica y tecnológica en nuestro país, consiste en percibir en esta transformación una oportunidad histórica para integrarse a este proceso creativo global.