Rosa Devés conversa con Ucampus: La visión tecnológica de la primera rectora electa de la Universidad de Chile

 

 

El 12 de mayo de 2022 quedará en la historia del país, el día donde se eligió a quien sería la primera rectora de la Universidad de Chile: Rosa Devés, logrando un 51,6% de los votos.

Con una vida ligada a la institución, desde estudiante y docente hasta Vicerrectora de Asuntos Académicos, Devés conoce de cerca la realidad universitaria, por lo que desarrolló un programa alineado con la visión de la casa de estudios. Sus claves, la equidad, innovación y la responsabilidad de la educación pública.

Durante la entrevista en su oficina, llaman la atención una serie de cuadros que adornan el espacio, pero contará que el ballet es el arte que la apasiona. Emocionada recuerda su visita a la última presentación del Ballet Nacional Chileno (BANCH), cuatro días después de ser electa, cuando al cierre el director francés Mathieu Guilhaumon le dedicó unas palabras de felicitación: “Fue muy lindo, tenía que estar ahí porque allí está el espíritu de la Universidad de Chile. Nuestras vidas están muy vinculadas a la universidad y el disfrute está en hacer bien el trabajo”.

Muy emocionante porque siento que fue una alegría colectiva. Ya al segundo día me di cuenta de la repercusión que esto había tenido en el país, eso para mí fue una sorpresa. Era tan fuerte la reacción de personas, sobre todo mujeres de distintas edades.

Fue un hito nacional y de unidad nacional. En un país con una conversación pública crispada y compleja, de pronto que haya surgido esta alegría masiva fue impresionante. Y eso muestra la importancia de la Universidad de Chile, ver la reacción de distintas personas que no necesariamente tienen un vínculo con la casa de estudios, pero de todas formas celebraban este momento.

Es muy importante el vínculo con todos los niveles, desde el nivel preescolar hasta el universitario. Eso incluso está en el programa de Gobierno, en el sentido que la educación pública debe ser fortalecida en todo sus niveles y que estos deben vincularse. Esperamos ser actores principales en acompañar los cambios en educación pública.

Estamos muy de acuerdo cómo se plantea en el borrador el compromiso del Estado con la educación pública —llama la atención que tengamos que enfatizarlo (sube la voz)—. Pero, como estamos desde una concepción de sociedad tan diferente, neoliberal, de alguna manera tan individualista, moviéndonos hacia una sociedad donde se declara que el Estado tiene el deber ineludible en educación, si es que todos aprobamos la Constitución. Ahora es muy importante acordar valores y compromisos como nación: equidad, inclusión, igualdad de género, que sean transversales en enseñanza en todos sus niveles.

Desde sus inicios ha aportado a la tecnología de las más diversas formas, pero sobre todo a la tecnología informática. El hecho que el .CL esté en la universidad y haya surgido desde acá, es bien particular. Hay pocos países donde los desarrollos surjan en estos espacios y tenemos tantas fortalezas académicas precisamente como la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.

Hay desarrollos, como es el caso de Ucampus, que representan una oportunidad para que vinculemos las tecnologías a la enseñanza y el aprendizaje. Un sistema que ha evolucionado hacia la gestión y que permite que podamos expandirnos al resto del sistema universitario. La Universidad de Chile tiene una tradición de aportar al país y, hoy, en un nación que se piensa a sí misma, tenemos un rol crucial.

Lo digital expande las posibilidades de educar de forma más amplia, no solo a nivel nacional, sino que también a nivel internacional. La pandemia nos llevó a poner las tecnologías al servicio de la educación, permitiendo perspectivas de innovación. Por ejemplo, ahora podemos traer fácilmente a los mejores expertos internacionales sobre determinado tema o relacionar chilenos con estudiantes de otros países para aprender una determinada disciplina, es una transformación enorme que se puede dar en ese sentido. Y ya lo estamos viviendo, como no podíamos gestionar movilidad estudiantil física por la pandemia, se abrió a una movilidad digital también entre las universidades estatales en Chile y eso amplió mucho los horizontes de la educación.

Absolutamente, es muy importante para integrar el sistema de universidades estatales que queremos construir, todo el país como una columna vertebral. Conocer estudiantes que viven en distintos lugares de Chile, con trayectorias de vida diferentes y que se encuentren gracias a la tecnología, es algo muy importante.

Creo que debe cumplir un rol central, está en nuestro programa. Debemos reconocerla como una actividad académica, parte de la investigación y de la extensión de la docencia. Desarrollos como Ucampus reflejan en gran medida ese espíritu creativo e innovador de la Universidad de Chile y es muy importante que se proyecten porque tienen ese compromiso hacia la sociedad.

Sin duda, puede ayudar en distintas situaciones, incluso con cursos de reforzamiento o cuando una persona está en alguna condición de salud especial, los sistemas digitales permiten que sigan participando de los procesos de enseñanza/aprendizaje. Entonces, es fundamental cómo pueden colaborar con la pedagogía inclusiva.

Bueno, nuestro programa está comprometido con el desarrollo sustentable. Ese es un compromiso importante, que tiene que ver en su sentido más complejo sobre cómo entendemos los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), o sea, no solamente lo que tiene que ver con el medioambiente, sino también con la inclusión, la igualdad de género, con combatir las desigualdades, y por supuesto, el respeto a los recursos. Por eso vamos a apoyar con mucha fuerza lo que es digital, uno de nuestros principios es la responsabilidad con el desarrollo sustentable, así que sí, vamos alejándonos con fuerza del papel.