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2020: Odisea virtual



A inicios de año las historias sobre el coronavirus aún parecían lejanas, los ánimos mantenían la esperanza de que su impacto fuese reducido, al igual que con pandemias anteriores. Ni los más pesimistas auguraban culminar el año usando mascarillas, menos un cambio radical en el cómo vivimos el día a día.
 
Fue el 16 de marzo cuando el Ministerio de Educación de Chile comunicó la cancelación de las clases presenciales en los establecimientos de educación. Y con ello las alarmas ya llegaban a un nivel preocupante. Una decisión tomada con el espíritu de reducir el número de contagios, una de las tantas iniciativas que también impactaron otros ámbitos de la vida.
 
A mitad de año, un artículo de The New York Times ya observaba con preocupación la actualidad latina: “Durante las dos últimas décadas, millones de jóvenes de Latinoamérica se convirtieron en los primeros de sus familias en ir a la universidad, una expansión histórica que prometía llevar a una generación a la clase profesional y transformar la región”, entregaba como contexto el boletín estadounidense.
 
“Pero a medida que la pandemia se apodera de América Latina y acaba con la vida de cientos de miles de personas y devasta las economías, se está produciendo un alarmante retroceso: millones de estudiantes universitarios abandonan sus estudios”, destacaba la publicación.
 
Sumado a un estudio a baja escala realizado por el Center for Latin American & Latino Studies de American University, quienes estiman una deserción de estudiantes universitarios que rondaría el 10 y 25% en la región.
 
Sin ir más lejos, en octubre, el diario chileno La Tercera titulaba que, en tan solo diez instituciones superiores, ya habían desertado 7.300 alumnos producto de la pandemia.
 
 
Aires de cambio en el aula
 
Pero, la resiliencia parece ser parte intrínseca del humano, especialmente cuando se trata de educación. Una muestra de esto es el comentario de la Vicerrectora de Asuntos Académicos de la Universidad de Chile, Rosa Devés, quien durante su participación en el capítulo del podcast El Lado E, comentó: “Esta es una generación que la va a ver difícil, no solo por la pandemia, sino por el momento en que están. Son quienes deberán enfrentar el cambio climático, problemas del agua e inequidades de diferentes tipos, así que aprender a hacer frente a las adversidades será clave”.
 
Mientras, entusiasta por los desafíos, el Gerente de Educación para América Latina del Banco Mundial, Emanuela Di Gropello, expresó que “esta crisis puede también ser una oportunidad para fortalecer los sistemas educativos, mediante la construcción de un sistema más resiliente y flexible a las necesidades de los alumnos. Esto lo pueden hacer integrando las innovaciones tecnológicas desarrolladas durante la crisis para responder mejor a las necesidades de los grupos más vulnerables. (...) América Latina debe aprovechar estas oportunidades y construir sistemas educativos mejores de los que existían”.
 
Sin embargo, el escenario chileno parecía tener un gran trabajo por delante. Durante los primeros meses de pandemia, —entre el 24 de mayo y el 2 de junio— la investigación Pulso Estudiantil, realizada por Seguimos Virtual, en colaboración con el Centro Tecnológico Ucampus de la FCFM de la Universidad de Chile y la Fundación para la Confianza, examinó a los estudiantes de educación superior en Chile, rescatando que 80% de los estudiantes de educación superior nunca había tomado un curso virtual antes de esta pandemia.
 
Además, desde su estudio se aprecia que un 60% de los estudiantes declaró estar insatisfecho con la respuesta de su institución universitaria frente a la crisis. Y un 81% de los estudiantes de educación superior chilenos considera que están recibiendo una educación de peor calidad.
 
Frente a esta problemática, es necesario preguntarse cuáles son las medidas que están tomando las autoridades educacionales.
 
 
La virtualización como una oportunidad
 
Sin duda, este ha sido el año que ha marcado la distancia entre las diversas instituciones de educación superior y cómo algunas ya se encontraban en un proceso de digitalización de documentos y procesos administrativos.
 
Y ya aceptada la virtualidad, las instituciones debieron hacer frente a diversas adversidades, una de ellas y quizás la más trascendente: la conectividad. Y cuando no logras una conexión totalmente estable, lo vital es que tu plataforma sí lo sea, es en ese campo donde se erige Ucampus.
 
Desde Centro Tecnológico Ucampus, una de las plataformas chilenas líderes en apoyo a la gestión académica, ha enfocado su trabajo en mejorar la experiencia de todos los usuarios de su sistema —con foco en la virtualidad—, ya sean docentes, administrativos o estudiantes, proporcionando soluciones a las nuevas exigencias que emergían tras operar un sistema tan complejo a distancia.
 
En cuanto a números, quedó demostrado que el aumento exigió agudizar todos los esfuerzos administrativos. De 2019 a 2020, la cantidad de pruebas tomadas a través del módulo test en la plataforma, incrementaron de 2.636 a 21.179, a su vez, este año se registraron más de 65 mil usuarios activos.
 
Fue así como nacieron una serie de nuevas funcionalidades durante 2020. Entre ellas, poder ver estadísticas sobre la carga académica en cuanto a horas destinadas a tareas, resúmenes de participación y la implementación de un módulo de clases virtuales, integrando la plataforma para utilizar Zoom, Meet o Jitsi. Además de poner en marcha otras opciones como el modo nocturno y así poder cumplir con las expectativas de los usuarios.
 
El perfeccionamiento abarcó todas las áreas, incluso el área humana detrás de todas las instituciones. En total se capacitó a 1.565 personas en 74 sesiones distintas, logrando una recepción positiva al manejo de la pandemia. Es así como el Rector del Instituto Nacional del Fútbol, Deporte y Actividad Física (INAF), comenta que “desde que contamos con Ucampus, nuestros procesos administrativos han logrado ser mucho más eficaces y rápidos. Nuestras observaciones e inquietudes han sido atendidas con prontitud, por un equipo con muy buena disposición”.
 
Así también lo afirma el Director de Gestión Académica de la Universidad de O’Higgins, Gianfranco Liberona, quien puntualiza: “Nuestros estudiantes han contado con la plataforma desde el día 1, y la han usado al máximo, utilizando todas sus posibilidades. Además de llevar un repositorio de materiales y actividades, han podido cursar su año completo a través de ella y confían en su uso. Han desarrollado votaciones relevantes del estamento estudiantil a través de ella, han solicitado la creación de comunidades y constantemente se comunican entre ellos usándola”.
 
“También es importante señalar que, en todas las solicitudes desde nuestra universidad, hemos contado con una respuesta muy acorde a lo deseado, tanto en calidad como en rapidez de atención. En ese sentido, el equipo entrega una atención integral y asesoría constante en todas las materias que abordamos en la plataforma”, explica el Director UOH.
 
El Centro Ucampus también ha logrado forjar una relación con la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Es su Vicerrectora Académica, Ximena Acuña, quien valora de forma positiva el soporte brindado. “En general, hemos tenido respuestas rápidas y soluciones eficientes en cuanto a lo académico-administrativo. Existe un grado de satisfacción importante, así como una valoración de las posibilidades que se abrieron para el desarrollo de algunos procesos. No obstante, ha significado operar con un sistema que implica cambios y adaptaciones de toda la comunidad en relación a distintos procesos, cada uno valorado en su propia dimensión. Es así como se destaca la valoración por parte de estudiantes y académicos quienes acceden a información que les permite optimizar algunos procesos”.
 
Desde sus inicios, bajo el alero de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Ucampus siempre ha estado ligado a la Casa de Bello. En esa institución, con el nombre de U-Cursos, la plataforma ha cosechado una exitosa cantidad de comentarios favorables. Así lo cree el Subdirector del Departamento de Pregrado, Carlos Rilling, quien menciona que durante este año se realizó una encuesta preguntando cuál canal había sido útil durante el periodo de clases remotas. Destacando U-Cursos con un 88% de los encuestados calificándola como “muy útil”, liderando el ranking y seguida por el correo institucional con un 67%.
 
“Dentro de nuestros estudiantes, y especialmente este año, U-Cursos y Ucampus jugaron un rol fundamental porque significaron mantenerse conectados con la Universidad”, comenta el Subdirector. “Hay una valoración muy positiva porque los estudiantes los valoran, pero institucionalmente, además, nosotros pudimos dar continuidad a varios de nuestros procesos académicos gracias a que la plataforma estaba instalada en las distintas unidades académicas”.
 
“Este año lo cerramos bastante contentos. Una de las cosas que hemos aprendido en este periodo es que todos los avances que habíamos hecho antes —en un marco de normalidad—, es lo que nos ha permitido reaccionar de una forma tan rápida. Todo lo que hemos construido hacia atrás nos ha permitido funcionar así. Y eso no solo tiene que ver con la docencia, sino con que Ucampus también les permitió a las secretarias de estudio seguir funcionando de forma virtual. Y así seguir brindando un buen servicio a todos los estudiantes”, destacó Rilling.
 
Desde el Centro Ucampus, el balance también ha sido favorable. Implementos que comenzaron a erigirse como necesarios desde el Estallido Social, se volvieron vitales al llegar la pandemia. El Director del Centro, Javier Villanueva, apunta que el COVID-19 ha exigido que las instituciones adelanten la puesta en marcha de sus servicios tecnológicos. “Con la pandemia vimos la oportunidad de seguir creciendo con nuestra plataforma, un sin número de detalles que no habríamos visto sin este éxodo digital sin precedentes. Pero, gracias a un equipo comprometido con la educación, pudimos adelantarnos a muchas necesidades y así brindar una asistencia temprana a todos los requerimientos. Este 2020, sin duda, fue de un gran crecimiento para Ucampus”
 
“Es necesario que la discusión no gire en torno a determinar fechas para el regreso presencial y que hasta ahí llegue la solución. Lo trascendental es utilizar esta contingencia como una oportunidad y, desde ahí, impulsar cambios. La educación en línea y la digitalización de procesos siempre ha estado presente en nuestras cabezas, ya es la hora que estas se materialicen en las instituciones de educación superior. Los nuevos tiempos y las generaciones jóvenes exigen que nos adaptemos. Es inevitable ‘hacer simple lo complejo’ y aún queda tiempo para realizar los cambios que los estudiantes necesitan”, concluye el director.
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