Andrés Bernasconi, presidente de la CNA: “Las universidades no pueden seguir construyendo solo salas de clases; deben avanzar hacia las tecnologías y modelos híbridos de aprendizaje”

En entrevista exclusiva con Conexión Ucampus, el presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Andrés Bernasconi, reflexionó sobre los desafíos actuales de la educación superior en Chile y destacó el papel clave que cumple la tecnología en el fortalecimiento de la calidad, la eficiencia y la equidad en los procesos formativos.

Bernasconi sostuvo que las instituciones deben adaptarse a una nueva realidad educativa, en la que la docencia presencial se complemente con entornos digitales diseñados estratégicamente para potenciar el aprendizaje autónomo y la interacción significativa con los contenidos.

“Las instituciones de educación superior van a ir transitando seguramente a modelos en que la docencia presencial se complementa con sistemas no presenciales de aprendizaje, particularmente de autoaprendizaje, bien diseñados, en el sentido de que la plataforma a través de la cual los estudiantes se relacionan con el contenido esté pensada para que puedan mejorar sus condiciones y resultados, y no ser tan dependientes de la docencia directa del profesor”, explicó.

En ese sentido, el presidente de la CNA subrayó la necesidad de repensar la forma en que las universidades planifican su infraestructura y estrategias de desarrollo académico.

“Las instituciones podrían, en vez de seguir construyendo salas de clases, ir complementando su docencia presencial con modalidades más bien híbridas de aprendizaje, pero que sean diseñadas con tal propósito y que no consistan solamente en un profesor dando una clase a través de una plataforma de teleconferencia”, afirmó.

Bernasconi enfatizó que la educación chilena parte de una base de calidad muy alta, pero enfrenta exigencias crecientes que demandan una modernización sostenida. “La educación chilena ha tenido avances significativos en los últimos años, y debemos reconocer que partimos de una base de calidad muy alta. Sin embargo, los requisitos han ido aumentando, especialmente tras la implementación de los nuevos criterios y estándares de acreditación diseñados por la CNA en 2021”, señaló.

El académico reconoció que este salto de calidad requiere también mayor apoyo estructural. “Existe una encrucijada: se espera que las universidades aumenten su productividad y calidad, pero esto no siempre está suficientemente respaldado por los recursos públicos”, advirtió. En ese contexto, insistió en que el uso de la tecnología puede ser un camino efectivo para lograr avances sustantivos con los recursos disponibles.

“El elemento tecnológico ofrece ventajas fundamentales en términos de eficiencia y aprendizaje. Bien implementado, permite optimizar los procesos administrativos, fortalecer la interacción académica y ampliar las oportunidades de formación continua”, agregó Bernasconi, quien también llamó a las instituciones a desarrollar estrategias de innovación coherentes con sus proyectos educativos.

Finalmente, el presidente de la CNA sostuvo que la transformación digital no debe entenderse como una meta aislada, sino como una vía para fortalecer la calidad y la equidad del sistema universitario. En su visión, el desafío está en integrar la tecnología con propósito y visión, construyendo universidades más innovadoras, sostenibles y centradas en las necesidades de sus estudiantes.